El año en una canción... es una tarea prosaica resumir todo un año de música en una sola canción, especialmente cuando tengo +200GB de música en el computador, y a eso, hay que sumarle toda la música nueva que he venido a conocer este año.
Sin embargo, si hay una canción que pueda concluir el 2013, si hay una canción que rondó mi cabeza, que me hizo tararear y llorar, es “Dear Brother” de Puscifer. Maynard siempre sabe cantar esos insights directamente a mi corazón.
A mi corta edad, si… corta aunque no parezca, he aprendido que la vida no es más que una constante de pérdidas, no me mal interpreten pues no lo escribo en un tono fatalista, más bien lo escribo con la esperanza de la libertad, pues mientras más pierdes, más ganas.
Si, ya sé, suena a un razonamiento orwelliano, a un juego de doblepiensa “la guerra es la paz”, “la libertad es la esclavitud”, “la ignorancia es la fuerza”, pero es cierto.
La vida no es más que un ejercicio continuo de desapegos, de “holas” y “adioses” y siempre hay una canción para cada momento. “Dear Brother” es esa canción.
Por más que intenté alejarme, por más tierra que inventé poner de distancia, aquí me encuentro parafraseando a Jodorowsky, pues “regreso a él con la terquedad de una brújula." ¿Será apego?
No sé si es amor, pero es sin duda uno de los sentimientos más preciosos que he sentido ultimamente. Contrario a los demás que prefiero ignorar, este es uno de esos que sostengo en alto, como se sostienen los estandartes; como un farol prendido alumbrando mi camino durante las noches; como un espíritu añejado por el tiempo en barricas de experiencia digno para un brindis, o dos… o tres…
Y por eso brindo con esta canción. Por no querer decir adiós. Porque sé que el sentimiento es mutuo. ¡Salud!
NGB. DA20140101 |
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