Uno de los grandes problemas que enfrento es que a estas alturas de mi vida sigo buscándome, tratando de entenderme... tratando de sanar.
Es un problema, pero también es la razón para seguir viviendo cada día.
Somos un cúmulo de experiencias, solas y acompañadas, alguna vez intenté estar sola, aislarme, alejarme y hacer de mi vida una especie de homenaje ermitaño, pero no pude. Me encariño de la gente, aunque no lo parezca, aunque a veces intente no hacerlo; tal vez sea cobardía, tal vez sea pereza absoluta de querer gente, tal vez sea una forma de protección de mi corazón. Igual he fracasado.
Pienso en lo que ha sucedido en los últimos 5 años y solo puedo ver el camino recorrido. Ese camino empezó con esta canción que hoy propongo a mis compañeras para escribir. Desde que Flor Aragón me invitó a ser parte de este proyecto literario dije que esta sería una de las canciones que propondría, pasaron ya varios años y no lo hice, hasta ahora.
Esta canción de Silvio Rodríguez es un parteaguas en mi historia personal. Es importante e indispensable para pensarme en cómo soy ahora, para pensarme en lo que he mutado en los últimos 5 años.
Nunca la había escuchado hasta que Miguel, mi pareja, me la regaló en una de las primeras conversaciones que tuvimos. Fue precisamente ese hecho el que me indicó que no estaba conversando con cualquier persona. No me equivoqué. Hemos seguido conversando desde entonces y no se nos han acabado los temas, ni las alegrías, ni las penas. Yo fui una vez alguien que estaba sola, que no entendía nada de la vida, alguien a quien le faltaban raíces y una brújula. Yo fui una vez una muchachita que no lograba acallar las voces más atroces, fui una vez alguien muy distinta a quien soy ahora.
La vida tiene eso, la inmensa dicha de seguir mutándonos. No creo que deje de buscarme a mí misma, ni de tratar de entenderme, ni mucho menos de sanar. Sanar. No sé hasta donde me lleve esta aventura, no sé si estaré de nuevo sola, pero si sé que jamás seré la misma.
Me despido así de este proyecto. Cierro un ciclo definitivamente en Nongirly Blue. Me llevo las risas, el camino recorrido con estas maravillosas mujeres y les dejo una parte de mi en esta canción. Esta canción que me sigue cada vez que necesito regresar a mí misma.
Cuando la música se convierte en inspiración
Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.
Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?
[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]
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