Cuando la música se convierte en inspiración

Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.

Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?

[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]

20140203

Soy la que fui

Dedicado a la muchachita 
que se me murió a los 18 años. 

Quise ser monja. 

Honestamente tuve suerte de nacer a finales de los setentas... la educación ya no estaba vedada para las niñas, las jovencitas podía vestir como les diera la gana y las mujeres ya estaban instaladas en la liberación sexual. 

Con todo esto debo decir que era demasiado ilógico que quisiera consagrar mi vida a la religión. No, no era influencia de mi familia, admito que lo único que aprendí de ellos fue a no dormirme en medio de la misa dominical, si caía en el descanso de los justos mientras el sermón del padre, corría el riesgo de una paliza. 

Durante años me preguntaba por qué sentía aquella necesidad de ser monja, lo supe al conocerla... se llamaba Yulissa, era monja, era hermosa y le gustaba lo que a mí... ser libre. 

Con Yuli supe que usar jeans, tenis y mancharse las manos trabajando en una comunidad era lo que deseaba y que no estaba reñido con la idea de ser religiosa... las Hermanas del Santo Ángel Cantor... yo era tan joven, tan idealista que deseaba con toda la fuerza de los retumbos de mi corazón ser como Yuli.

Cada vez que me encontraba con ella en mi parroquia donde yo era catequista le llevaba algún hipotético impedimento, solo para ejercitar la ansiedad de encontrarme inadecuada, porque digámoslo, toda la vida me he sentido inadecuada para ser parte de todo sector de la sociedad...

- ¿Y si me hago un peircing?
- No importa.
- ¿Y si me hago un tatuaje en un lugar visible?
- No importa.
- ¿Y si quiero ser mochilera antes?
- No importa.
-¿Y si me enamoro a medio camino?
- Te salis y disfrutas de ese amor.
-Y si no funciona.... ¿puedo regresar?
-Si. 

Todo me parecía maravilloso. 

Me llamaba la atención algo, mi mamá que es tan religiosa no concebía la idea de que me fuera de misionera. Para ella no era posible que una vida de limitaciones me llamara la atención, a lo mejor pensaba la pobre que ya suficientes limitaciones habíamos pasado en mi infancia. Pero una vez me lo dijo... lo que no concebía que pudiera vivir con la música en el cerebro. "Esa música satánica" dijo con mezcla de miedo y sorpresa. 

Le pregunté a Yuli si podía escuchar lo que me diera la gana. Fue la única vez que se me quedó viendo con esos ojos que hacen los borregos cuando se enteran que la muerte está cercana... la muerte estaba cercana para mí, el borrego era yo. Me destazaban. Me desahuciaban. Nuevamente era inadecuada. 

Trabajar por el reino de dios y los pobres del mundo no se conjuga con la música. 

Tenía 18 años entonces... y tuve que optar por mi. Nadie podía decirme quién ser. Así de necia, así de rebelde, así de inadecuada.

Nunca más vi a Yuli, mi mamá seguía sorprendida de escuchar la música que ponía mientras estudiaba teología siendo laica... Opté por mi... me eduqué, me visto como me da la gana y la liberación sexual me llegó justo en el momento de la adultez cuando te das cuenta que sos quien sos gracias a escuchar hímnos magistralmente "satánicos". 

No fui monja... en otros tiempos me habrían sacado a la calle y me hubieran quemado con leña verde y yo escucharía siempre la misma canción, una y otra y otra y otra vez más. Porque Dios es la Música y yo soy tan bruja como hace siglos... totalmente feliz. 

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