Cuando la música se convierte en inspiración

Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.

Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?

[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]

20170309

Ahogo


Relato inspirado en Amar y Querer de Jose Jose



Te voy a contar algo: esta mañana, cuando me desperté, no esperaba venir a verte. No esperaba tragarme toda esta cadena de recuerdos, pero mirá ve, las cosas no salen siempre como uno quiere.  Cierro los ojos y veo todavía las luces en el cielo de cuando nos conocimos, cuando celebraban la independencia con fuegos artificiales chinos y salchichas llenas de mostaza mientras nosotros salíamos a ver quién nos estaba viendo. La noche estaba regia, como si la hubieran hecho para nosotros dos.


Pero no, no sale todo como uno quiere. No, no llorés, tampoco yo me imaginé que terminaríamos así. ¿Todavía te tardás veinticinco minutos para bañarte? Te tardabas veinticinco casi siempre, pero cuando te lavabas el pelo se iba el tiempo hasta cuarenta minutos o más, mientras el jabón se hacía una bola aguada en el  baño. ¿Siempre te tomás el café negro?  No me contestés, me imagino que sí. Nunca te gustaron las cosas dulces. Me acuerdo porque te llevaba a veces pasteles que terminaban petrificándose en la refrigeradora. ¿Y todavía te gusta que te besen en las esquinas donde no cae mucha luz? No, creo que no. Buscar esas esquinas está bien mientras se es joven y estúpido, pero no a estas alturas. Mejor no me contestés, es mejor que no sepa.


Yo también mantengo algunas de mis mañas. Todavía guardo botellas en el tanque del baño para ahorrar agua y cuento cuántos perros pasan frente a la casa cuando llego, nada más para consolarme que en realidad no estoy tan solo entre tanto anciano donde yo vivo, veinte años más joven que la mayoría. Suspirá, pues... Pero no me llorés, mirá que esto no es tan malo como se ve, cada quien va a estar donde le corresponde, lejos del otro y ya.


¿A mí me venís a decir que estar solo es mejor? Mirá, eso depende. Uno puede pasar tranquilo y en paz, pero la mente no se calla. Es como querer comer carne sin nunca encontrarla, morder por gusto para sentir hambre todo el tiempo. ¿Por qué no te callás? Sí, mi cerebro tampoco se calla, pero vos no me estás ayudando. Que apestás a sudor.


Calláte. Calláte, que yo tampoco esperé que salieran las cosas así. Todo lo dí. Mirá, yo tampoco quería llorar. Pero vos sabés como es esto. Todos sabemos querer pero pocos sabemos amar y no sé qué. Calláte, no me dejás pensar en paz. No sabés como es esto, a mí tampoco me gusta. ¿Creés que me gusta oírte llorar? No. No me gusta y menos me gusta ponerme a llorar yo y es por eso que hago esto. ¿O pensás que me levanté hoy pensando en venir a dejarte acá, a este hoyo? Calláte, que no me dejás cerrar esto. Calláte, que estás levantando polvo.