Cuando la música se convierte en inspiración

Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.

Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?

[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]

20140211

La radio sonó tu canción


Relato de @jerickRIP (Bloguero invitado)
Basado en la canción Valentine de Fiona Apple

Eran las 7:25 am y Daniel abrió sus ojos después de una noche de fiesta, para su sorpresa se despierta sin resaca,  mirando borroso, pero era la luz de su ventana la que lo cegaba, se sentó en su cama cruzando los brazos, frotándose la cara. Miró por la ventana contemplando cómo las hojas era arremolinadas por el viento californiano, en la acera iba pasando un niño y su padre, el niño llevaba extendido los brazos como imitando a un avión mientras su padre lo observaba, recordándole que no vaya a salir a la calle ni vaya a poner sus pies en el patio de algún vecino. Daniel se dio la vuelta y recordó algo.

Aún se secaba el cabello después del baño matinal cuando bajó las escaleras que dan a la cocina.

– Uhmm café, adoro el olor del café en las mañanas, lo adoro más que el olor del café en las tardes; pero si hay un café que adoro más es el que preparan tus manos guapa, porque está hecho de amor puro –dijo en voz alta

Alguien estaba en la cocina preparando el desayuno, era su novia Junnel, una linda estadounidense de ojos pardos casi amarillos, cabello cobrizo, piel bronceada al más estilo latino y un cuerpo que embriagaba los sentidos. La chica lo miró sin poder disimular la risa sonrojada que le provocó el comentario de su novio, con voz seductora le respondió:

– Hey Danny you’re so sweet, your coffee’s ready, do you want something to eat or do you want to do something else?–, mientras se llevaba el dedo meñique de su mano derecha a su boca con una sonrisa muy pícara. 

Daniel se sentó frente al desayunador, dio un sorbo a la taza de café, se levantó de la silla, se acercó a su novia, los rayos del sol entraban por la ventana de la cocina y encendían los ojos de Junnel, como su pelo se tornaba rojo, su piel brillaba y su gran sonrisa pedía el beso matinal, Daniel no se lo negaría hoy. Después de besarla Daniel le dijo:

–Adoro cuando me hablas de esa manera, dilo en español y en este momento nos revolcaremos sobre esta mesa–

–Lo puedo repetir si así te suena más sucio, al final sabes que conseguiré lo que quiero–, ella dijo mientras se recostaba sobre el desayunador, frotando sus piernas en la ingle de su novio, buscando “despertarlo”, la brisa estremecía su delineado cuerpo apenas cubierto por un ligero vestido de color perla con diseño de flores, muy primaveral ciertamente.

–Jun, realmente eres una chica malvada, sabes, en la tarde saldremos, iremos a un lugar en las afueras de San Francisco que me han recomendado mucho –dijo Daniel.

–¿Porque cambias el tema? ¿No te das cuenta lo que sucede aquí?–, replicó con un tono de sarcasmo. Daniel solo se sonrió y respondió:

–Solo te lo decía para que estés consciente que todo el día no saldremos de esta casa, es más, no creo siquiera que saldremos de nuestro cuarto, así que repíteme esa frase, creo que desayunaremos después–

Su novia le susurró al oído y fue suficiente para que los dos se encendieran, no salieron de la casa hasta bien entrada la tarde, había un compromiso que tenían que cumplir.
Ya eran las 7:40 pm en los suburbios de San Francisco y la pareja se disponía partir, Jun le preguntó a su novio: 

Entonces déjame ver si te entendí, ¿te paraste frente a la ventana y ver a ese niño paseando con su padre te recordó algo de tu infancia?”-. Daniel solo asintió con la cabeza.

–Me recuerdo que desafortunadamente tu papá murió tiempo después que viniste a Estados Unidos y no pudiste estar en su funeral, y con tu hermano guardaste algo de distancia desde ese día, ¿cierto?-, insistió Jun, a lo que Daniel respondió:

–Qué buena memoria tienes, eso me encanta de ti, lo que significa que lo que sucederá dentro de una hora también lo recordarás por siempre–

Jun observó a Daniel con la mirada fija y una sonrisa inquieta, por su mente pasaban muchas cosas, por qué la cita a las afueras de la ciudad, por qué ir tan lejos. En efecto, se encendió una idea en su mente, eran ya 4 años desde que se conocieron, fueron novios durante 2 años y medio hasta que tomaron la decisión de vivir juntos; pero ella pensaba: «hoy no celebramos aniversario de vivir juntos, ni de habernos conocido, a menos que sea…». Inmediatamente vio el mar de la bahía de San Francisco, viajaban sobre el Golden Gate, al fondo el atardecer y en la radio iba sonando su canción, una de tantas; pero ante todo la favorita de ella. Jun empezó a tararear, Daniel al escucharla se sonrió y le dijo: 

–Esa canción me trae grandes recuerdos, nuestra canción-

Justo al terminar la canción el locutor dijo:

–That song was a present for a great friend of mine. Hey Dan, wherever you go I wish you’re listening to. Dan dedicated that song to his girlfriend, congratulations and good luck with…-. En ese momento se apresuró a apagar la radio y su novia no pudo escuchar el final de la frase.

-Creo que ya llegaremos mi amor -dijo Daniel a su novia-

Ella respondió: –imagino qué planeas; pero te seguiré donde vayamos-

Casi una hora en el freeway, ya era de noche, cuando Jun comenzó a cantar en voz baja:

-I made it to a dinner date. My teardrops seasoned every plate. I tried to dance but lost my nerve. I cramped up in the learning curve-.

Danny la miró de reojo y agarrando aire, a toda voz contestó: 

–I'm a tulip in a cup. I stand no chance of growing up. I've made my peace, I'm dead, I'm done. I watch you live to have my fun-.

El Mustang GT Cobra 2003 en el que la pareja se conducía, entonaban al unísono:

–I root for you, I love you.You you you you.I root for you, I love you.You you you you-.

La canción se interrumpió. Los dos vieron una luz resplandeciente frente a ellos. Y después todo fue oscuridad y silencio. El silencio fue interrumpido por múltiples sirenas y la oscuridad se desvaneció ante las luces de los paramédicos. Jun acababa de despertar de su letargo, miró hacia todos lados mientras su respiración se aceleraba, cada vez más rápido y más rápido, se percató que no se podía mover, el dolor se acrecentaba, su vista se nublaba debido a la sangre que goteaba de una fuerte herida en su frente causada por los cristales rotos, todo su cuerpo le dolía; pero no podía mover ni sus brazos, su respiración se aceleraba más, su palpitaciones se multiplicaron al darse cuenta, que precisamente estaba en medio de una maraña de metales retorcidos, con las piernas fracturadas y el tablero del automóvil presionando todo su pecho, su brazo derecho había sido atravesado por un trozo de metal de la puerta, comenzó a gritar: -Help! Help!-. Gritaba, pudo liberar el brazo izquierdo al parecer era la única parte del cuerpo que podía decirse estaba intacta. Aprovechó el vistazo a su extremidad para ver a su novio, sentado, tenía raspones similares a los de ella, aparte de eso no tenía lesiones evidentes, Jun rápidamente se dio cuenta que había algo raro en él, tenía los ojos y la boca abiertos, muy abiertos como si hubiera visto algo espantoso que le provocó un shock.

Con su mano izquierda alcanzó la cara de Danny, aguantaba el dolor en su pecho y su espalda, solo quería tocar a su novio antes que el fuerte dolor la hiciera perder el conocimiento, tocó su rostro, lentamente acarició su mejía, puso su mano detrás de su cabeza como frotando el cabello de Daniel y le dijo:

–Amor, recordé que una vez me dijiste que la primera vez que me viste fue en la Route 101, en una gasolinera mientras en la radio sonaba esa canción, te parecía la mujer más hermosa del mundo y al mismo tiempo jamás pensaste que el destino nos juntaría semanas después en el campus de la universidad, espero que salgas vivo de esto, y si yo lo hago también déjame decirte desde ya: Sí, acepto-. Al momento de decir eso, Daniel dio un intenso suspiro y cerró sus ojos.

Jun ya no pudo decir más y se quedó inconsciente al momento que los paramédicos comenzaron a cortar como si fuera una lata de sardinas al auto deportivo, había que sacar a la pareja como sea.

Fue un mero instante para Jun, poco a poco fue abriendo los ojos, su vista se cegaba con las luces de la habitación, miró a su alrededor, pudo ver claramente que estaba en un hospital, el collar no le permitía más libertad, vió la bolsa de suero pendiendo de un sujetador desplazando el líquido hasta la muñeca de su mano izquierda. Ella vió el resto de cuerpo inerte sobre la cama, sentía difícil respirar, brazo derecho inmóvil aparentemente fracturado, le dolía su parte baja de la espalda y ambas piernas fracturadas y suspendidas en el aire.

Intentó hablar, no pudo con el dolor; pero el sonido despertó a una señora muy elegante que estaba dormida en un sofá, ella se levantó y no pudo disimular la alegría al ver que Jun había despertado, le dijo:

–Jun my child, finally you came back, I’ve been through almost 2 days of anxiety and uncertainty, expectin’ you open your eyes-. Jun dijo:

–Mamá, que bueno verte, no sé qué pasó, iba con Danny de repente una gran luz, de repente todo se volvió una pesadilla, mira cómo he quedado, las vendas en mi cabeza presionan mucho. Y, ¿Danny dónde está?”-.

Su madre no pudo contestar eso sin morderse los labios, así que le respondió:

–Necesitas hablar con tu doctor, no te inquietes mientras lo llamo, ya regreso-. Jun solo desesperaba aún más.

Minutos después la madre de Jun regresó con un médico portando un expediente, se paró frente a la cama de Jun mientras su madre tomó su mano, lo cual a Jun le pareció extraño, el doctor le dijo:

–Buenas tardes Miss Janssen, soy Dr. Miles, nos alegramos que haya despertado, tiene tres costillas rotas, brazo fracturado y ambas piernas muy fracturadas por lo que recurrimos a colocarle clavos hasta que sus huesos puedan sanar, por el momento y debido a su estado hemos administrado los medicamentos más apropiados para su dolor; pero confiamos todo salga bien”-. Jun le preguntó al doctor:

-¿Mi estado? ¿A qué se refiere con eso?–, el médico respondió:

-Pues bueno Miss Janssen, usted está embarazada, comprendo su sorpresa ya que parece ser que apenas acaba de comenzar la gestación, felicidades–

La sorpresa invadió a la chica, apenas podía respirar, y ahora se le acelera el corazón, comenzó a llorar instantáneamente con una sonrisa entrecortada debido al dolor que le provocaba la felicidad.

–No puedo creerlo, voy a ser mamá, Danny va a estar feliz cuando se entere, ¿cómo está mi novio, doctor dígame cómo está?”-. Jun insistió. Dr. Miles quitó sus lentes, los guardó en su bolsillo, abrió su expediente, lo cerró al instante, vio a la inquieta chica y le dijo:

–Miss Janssen, su novio Mr. Rivera falleció en el accidente–

Los hermosos ojos de Jun parecían encajarse en el médico, no palideció lo cual hubiera sido más sano, simplemente afiló su mirada y dijo:

–¿Cómo que murió? ¿Cómo va a estar muerto? ¿Cómo es eso que ya estaba muerto en el accidente? Yo lo vi y estaba ileso, ¡míreme, parezco la novia de Frankenstein! Yo vi a mi novio y no tenía heridas graves. ¡¿Ustedes qué le hicieron?!–

El médico con mucho tacto en su tono de voz respondió:

–Miss Janssen, tiene completa razón, su novio no tenía heridas graves, fracturas, ni lesiones internas; pero parece ser que cuando el camión se salió de la carretera, fue directo a ustedes, de alguna manera su novio lo esquivó, lo que no pudo prever es el múltiple accidente en el que ustedes quedaron atrapados, su novio sabía que tenía que protegerla de una muerte segura cuando el camión que transportaba materiales de construcción les tiró la carga encima, el problema fue que en el impacto inicial las bolsas de aire del automóvil la estaban asfixiando, por lo que su novio tuvo que ayudarla, el problema es que seguían moviéndose, y parte de una viga de acero atravesó el techo del vehículo impulsando el asiento de su novio hacia adelante, él chocó su cabeza con el volante, en ese momento su cerebro sufrió un golpe que provocó que sus hemisferios se separaran dentro de su cráneo, fue un golpe tan preciso que poco a poco su cerebro se iba partiendo en dos, cualquier movimiento por leve que fuera desencadenaría su muerte, hasta tocarlo habría acelerado lo inevitable-.

La chica estaba horrorizada, su cara se desencajó al instante, –¡noooo, mi Danny yo lo maté, yo lo maté!–, ella repetía. El Dr. Miles había perdido el control de la situación, llamó inmediatamente a las enfermeras y sedaron a la chica.

Los siguientes meses fueron críticos, Jun ya no hablaba, comía lo necesario. Una mujer tan linda con múltiples lesiones, con tratamiento de rehabilitación y un bebé que nunca conocerá a su padre. Un día entró una señora a limpiar su habitación, silbaba una canción que Jun conocía, se quedó tratando de interpretar ese tenue sonido que salía de la anciana, hasta que al final dio con la tonada.

–Conozco esa canción –dijo Jun. La anciana le respondió:

–Oh señorita, ¿conoce esa canción? Es raro que una vieja como yo escuche esa música, pero le encanta a mi nieta–

Jun respondió: –Estoy más que segura que mi madre está afuera y le dijo que entrara silbando esa canción; pero no importa, me ha recordado que tengo que recuperarme, visitar al que siempre será el amor de mi vida y presentarle a su hija, así que gracias de todas maneras–

A la anciana le hizo gracia el comentario y respondió: –sí, su madre me lo dijo antes de irse; pero la canción en verdad me gusta, me recuerda a un gran amigo que ya no está conmigo, cuídese mucho jovencita–

Jun se paró de su cama, cruza los brazos, frotándose la panza, eran las 7:25am. Ve borroso y es la luz de su ventana la que la cegaba, contempla como las hojas son arremolinadas por el viento californiano, en el patio del hospital va pasando un hombre extendiendo los brazos, detrás de él va un niño en silla de ruedas que lleva extendido los brazos como imitando a un avión. Ella solo se lleva su mano izquierda a su cara, entre dedos ve a la pareja de abajo mientras se sonríe tiernamente, en voz baja susurra:

–Mi amor, ahora entiendo, a esto te referías–.

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