Cuando la música se convierte en inspiración

Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.

Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?

[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]

20140516

Dulces

Salió de su trabajo caminando mientras pensaba en llegar a casa para hacer la comida. Llegó a la esquina revisando su cartera porque era costumbre que siempre dejaba algo olvidado en su cubículo. Metió mano en todas las bolsas:  llaves, pintalabios, un billete enrollado y escondido por seguridad, una tarjeta de presentación de aquel tipo de corbata elegante que la entrevistó para el último trabajo al que aplicó, unas monedas, varios dulces y una foto. La sacó pensando que era de ella; pero era la primera foto que tomó a su hijo cuando entró al kinder. Sonrió.

Cruzó la calle para esperar el transporte público del otro lado y recordó los buses de aquel país al que llegó por esa oportunidad de trabajo que terminó muy mal.

Recordó el placer del transporte moderno, decente y hasta con aire acondicionado. Las paradas de buses identificadas por números, letras y colores. Cada una con un mapa interactivo donde resaltaba la ruta de esa unidad en particular. "Nunca me perdí" -pensó mientras contaba las monedas en la mano para no perder tiempo. Los buses de esa nación eran todos brillantes, como nuevos. Todos con una voz electrónica interna donde van anunciando las siguientes estaciones y hasta piden disculpas si se atrasan tres minutos.

Contaba monedas a la orilla de la calle y sonreía viendo la foto de su hijo cuando llegó el bus. Una lata destrozada por el óxido, con una sola puerta imposible de cerrar, vomitando gente por las ventanas, inundando su nariz con humo negro y apenas frenando a dos metros de la cuneta. Como pudo, logró subir de dos zancadas y se sentó junto a una ventana que intentó abrir y solo logró herirse con una lámina suelta.

Pensó que el día finalizaba tal y como inició: fatal.

Decidió cerrar los ojos e imaginar los dos bracitos que la esperaban en casa. Pero su mente no estaba del todo convencida. Su realidad se mezclaba con el recuerdo de ese viaje que tuvo que haber sido solo de ida. No recordaba en qué momento tomó la decisión de hacer caso a su billete de avión para volver en la fecha que indicaba. No estaba segura si fue miedo, nostalgia o simple falta de carácter el tomar una decisión espontánea, contracorriente, loca... como siempre se sintió.

Tapaba un pensamiento con otro. Acumulaba capas y capas de razones hasta hacer un gran muro que derrumbaba con la carita de su hijo y luego volvía a construir una y otra vez para tratar de encontrar una explicación a la vida en pausa que llevaba. A la avalancha de cambios repentinos que aún no lograba entender.

Haber viajado le había abierto los ojos al mundo que siempre quiso conocer, que logró tener entre sus manos y por no saber tomar decisiones, había perdido en un segundo. Ese mundo lejano que siempre sintió que merecía. Salir de aquel hotel maravilloso camino al aeropuerto para su viaje de regreso había sido como el caminar de un condenado a muerte, sacado de su celda amarrado de pies y manos y llevado directo a un final donde dejaría de respirar. Así regresó.

Se tocaba el vientre una y otra vez para estar segura que algo se movía dentro y era suficiente razón para no decir nada y simplemente volver a casa, donde todo sería menos difícil. No estaba segura de poder ella sola con lo que venía. No estaba segura de querer que ese futuro creciera con etiquetas tan duras y lejos de sus abuelos. "Las de aquí son más llevaderas" - se dijo a sí misma para aliviar sus dudas por un segundo más.

- "Mami, mami!"
- "Hola mi amor!. Mirá, te traje de los dulces que te gustan"
- "¿Los de chocolate?, ¡Dame, dame!"




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