Cuando la música se convierte en inspiración

Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.

Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?

[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]

20150810

"No More I Love You's" - The Lover Speaks



          Con la misma perspicacia con la que le amó, así también traspasó el silencio con odiosa sonoridad, arrebatando para siempre la santidad de todas esas cosas que guardaba en su cuerpo; apuñalando su alma con un sesgo mortal, y quitando de una vez por todas, el velo inmaculado de la ignorancia.
          No había marcha atrás. ¿Cómo haberla? Si como cauce de río Esteban se desbordó a gritos y, tal cual sobreviviente de un naufragio, Clarissa no hizo más que observarle silente mientras se sumergía para siempre en sahumerios autistas, carentes de verdades, de miradas y de palabras. 

          ¿Por qué era importante hablar de eso? ¿Por qué tenía que ser el silencio la calma precisa y las palabras torbellinos? Quizás porque nunca entendieron que eran solamente amantes del silencio, más no el uno del otro. Quizás porque tampoco entendieron que las verdades que se callan son como piedrecillas que se cargan dentro del zapato derecho —o izquierdo, o ambos—, lacerando paso tras paso hasta que no queda otro remedio que detenerse a medio camino, vaciarlo y, en el dolor de la cicatriz, encontrar la paz. Quizás porque es verdad que no es más importante lo que se dice sino lo que se calla.
          Pero basta de quizás porque aunque nos lleven a caminos y verdades aparentes, no terminaremos más que con un puñado de especulaciones dignas de revisiones literarias o, en el mejor de los casos, psicológicas.
          La única certeza es que entre Esteban y Clarissa se hacía tan poco y se decía mucho menos aún, que meses después cuando Esteban recordase ese arrebato de palabras, lo recordaría como un monólogo entre su borrachera y su sobriedad; porque así sin darse cuenta e
ran tan caprichosos los dos, que de la negación de Clarissa para hablar se nutría la negación de Esteban para aceptar que entre ellos el silencio nunca construiría la tan anhelada amistad que necesitaban para perdonarse, mas que los improperios salvajes, las verdades que tan cruelmente se habían ocultado.


—NGB20150810 

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