Cuando la música se convierte en inspiración

Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.

Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?

[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]

20160229

Los siete












Relato inspirado en Vladivostok 2000 de Mummy Troll.

No se cansaban de sentarse a ver el amanecer cada madrugada de sábado. No se cansaban de hacerlo cada amanecer de año nuevo desde cuatro años atrás cuando por casualidad se habían ido conociendo uno a uno, por allí en una fiesta, por allí en la universidad, por allí en algún bar de esos que hierven de olor a cerveza barata y nicotina. Porque, sí, eran conscientes de que eso era la amistad, esa amalgama de gentes que eran ellos siete, hombres y mujeres, no importaba; hablaban de las mismas cosas, les movía la misma música, compartían un mismo puro o cigarro, se empinaban la misma botella cuando ya no había más.

Y allí estaban, los siete, sentados en la grama de la casa de Edgardo, el primero de ellos que había tenido la osadía de ir a vivirse solo, sin saber cómo, ni con qué, sin muebles más que su cama matrimonial, una hielera de esas azules, unos cuantos platos, vasos y cubiertos y una cocina eléctrica de dos quemadores. Y allí estaban, esperando su quinto amanecer de año nuevo desde el patio abierto en algún lugar de San Salvador, como solían decirle. Todos con sus ropas de año nuevo, vestidos elegantes, negros y brillantes, camisas blancas, corbatas de colores y de seda. Todos con martinis a rebosar, tirándose las aceitunas, rolándose un puro, oyendo a esa banda rara rusa que nadie entendía lo que decía pero que a todos les daba ese feeling de tranquilidad-alegre que necesitaban para esos momentos.

– ¿De dónde salieron estas copas para martini? ¿No eras vos el que no tenía ni un vaso para tomar agua, Ed? Pregunta Lidia, sin esperar respuesta, viendo el fondo de color de la copa.

– Las trajo Raúl

El disco de Mummy Troll es lo único que se escucha por alrededor de un minuto. Todos miran los vasos, las manos, el piso, el horizonte en donde el sol está por salir. El cielo se ilumina todo, la mañana se vuelve más cálida, zanates y golondrinas cruzan el cielo, como si nada. Como si estuviera empezando el mundo.

– Feliz año nuevo, dice Edgardo. – Por cierto, agrega, Raúl se va a venir a vivir aquí...

– ¿Aquí? Pregunta la Margara sin dejar de tomar su martini

– Conmigo, pues.– Agrega Ed

– Feliz año nuevo, entonces. Dice Quique

Chocan las copas. Mientras, Mummy Troll sigue sonando al fondo.

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