Cuando la música se convierte en inspiración

Cuando la música se convierte en inspiración y la inspiración se transforma en historias es cuando nace Non-Girly Blue.

Somos un experimento literario conformado por mujeres amantes de las letras y la música. Cada quince días nos alternamos para recomendar una canción sobre la cual las demás non-girly blues soltamos la imaginación y nos inspiramos para escribir... escribir relatos, historias, cuentos, personajes y a veces hasta poemas. ¿Y por qué no pues?

[Publicaciones y canciones nuevas cada quince días]

20141226

Escribir mientras se escuchan canciones de Pearl Jam

o... la manía de escribir me agarró en la adolescencia escuchando esta banda.

Bueno, acá estoy de nuevo con una sugerencia para este espacio compartido con hermosas y talentosas mujeres. Pasé un par de días pensando qué les pondría de tarea... por supuesto, desde que inició esta locura colectiva tengo una lista (ahora más larga) de canciones que siempre digo que sugeriré y no veo que baje, aún así, me atreví a tomar una de las bandas más básicas para mí. Básica no por sencilla, sino porque fue precisamente (como lo dice el subtítulo de este post) una de las primeras que me atrapó allá a mediados de los noventas, cuando yo era una adolescente parca y ensimismada en lecturas que pocos querían hacer.

Debo decir que el grunge marcó esa etapa de mi vida y de tantos otros treintones que ahora están leyendo esto. A lo mejor este movimiento musical no fue tan violento y explosivo como lo fue el metal o el dark metal y otros géneros del rock... al inicio lo llamaron "alternativo"... pero más que alternativo fue una válvula de escape, acabábamos de salir de la guerra en el país y nadie tenía permiso de protestar, estrenábamos una paz que siempre me pareció (hasta el momento) payula y sin sentido, pero si protestabas eras un cipote que no entendía nada de la vida (y del manejo de la política), sumado a que eras un malcriado. Aún así, muchos tomamos lo que llegó de afuera para establecer nuestra posición: no estábamos de acuerdo con muchas cosas. Fuimos acusados de rebeldía por nuestras camisas cuadriculadas abiertas, por la música que escuchábamos... a pesar de ser hermanos responsables, sacar buenas notas y no permitir que nos vieran cuando fumábamos. Lo importante es que eramos rebeldes.

Ahora me da risa. Ser rebeldes es ser un poco más valientes. Claro, esa epifanía me llegó ya siendo muy adulta.

Esta quincena les dejo esta canción de Pearl Jam: Jeremy. Habrán muchas que no escribirán, otras a lo mejor logremos algo que nos deje satisfechas. Algunas escucharán la canción como escuchar llover, otras, o al menos yo, recordaré mi tiempo de estudiante de colegio católico-bien y todas las formas que encontré para ir en contra de lo que no me gustaba, tal como he intentado seguir... siempre a contra-corriente.

Gracias por leer, por escribir y por escuchar la música, que al final, es parte de una historia.


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